¿Qué significa la expresión “cuesta de enero”? básicamente se refiere la dificultad o problemas económicos que viven muchos mexicanos a inicio de cada año, es decir, durante los meses de enero y febrero, lo cual se debe en teoría a los gastos hechos en diciembre (fiestas por posadas, cena de Navidad, cena de Año Nuevo, regalos, vacaciones de fin de año, etcétera), motivo por el cual se llega a “enero sin dinero”, y todo se debe a los gastos que realizamos en exceso, o sea, fuera de nuestro presupuesto (por gastar o endeudarnos más de lo que permite nuestra capacidad de pago).
¿Qué genera la cuesta de enero? De acuerdo a la creencia popular, este fenómeno se debe principalmente a:
- Acumulación de deudas por las festividades de diciembre.
- Aumento en los precios debido a la inflación.
Es muy cierto que en la temporada decembrina se gasta mucho dinero, y por ello es que al entrar el siguiente año las personas no pueden hacer frente al 100% de sus gastos corrientes como luz, renta o hipoteca, alimentación, colegiatura y transporte entre otros. Ahora gracias a la empresa Nacional Monte de Piedad sabemos que durante enero y febrero las personas recurren más al empeño para un tener dinero extra que les ayude a hacer frente a sus compromisos financieros.
Padecer por dinero de esta manera cada arranque de año se debe principalmente a nuestra malísima educación financiera.
Generalmente cuando los mexicanos “nos vemos con dinero” (el aguinaldo) tendemos a “consentirnos”, gastando dinero dejándonos llevar por las emociones, haciendo compras impulsivas, sin seguir nuestro presupuesto y gastando de más. Toda esta nula o pobre planeación financiera hace que muchos mexicanos comiencen el año con deudas. Lo peor es que muchas personas recurren a financiar sus deudas con dinero prestado, por ejemplo, utilizando las tarjetas de crédito lo cual es una malísima idea porque si no pagas la tarjeta al siguiente mes pagarás un interés alto (dependiendo de la tarjeta).
¿Qué es la “depresión post celebración”?
De acuerdo con la psicología también es conocida como “depresión post-evento”, esta se da cuando después de un período de celebración, vacaciones o algún evento intenso, se viene una especie de “bajón”, pasando a un estado emocional negativo donde la persona puede sentirse triste, irritable, cansada y con falta de motivación, ¿por qué? porque ya no tiene algo más qué celebrar y ello puede afectar el rendimiento en el trabajo, en la casa o la escuela.
Algunos expertos en psicología señalan que esta depresión aparece después de un periodo de fiestas o celebraciones (es decir euforia y/o alegría), cuando se acabaron los motivos para celebrar (por ejemplo en diciembre celebramos cosas como la unión familiar), es decir, nuestro cerebro lo vive las fiestas y reuniones como un periodo de descanso y placer que (cuando llega “el bajón”) se ha terminado para dar paso a la “desagradable” rutina.
En un número importante de personas, esta depresión post celebración es el origen de los gastos o compras impulsivas, que son aquellas que se hacen de manera espontánea, generalmente motivadas por impulsos momentáneos que no toman en cuenta las consecuencias de largo plazo. A menudo una compra impulsiva se hace desde el estrés o el aburrimiento, es decir, justo en medio de una depresión post celebración.
¡La cuesta de enero comienza en agosto!
Ahora veamos por qué la famosa cuesta de enero no se gesta en ese mes ni en diciembre, y para explicarlo hay que recurrir de nuevo a la psicología.
¿Quién no ha escuchado la frase “llegando agosto se acaba el año”? seguramente la has oído con alguna variante y hasta estarás de acuerdo con tal afirmación. Esto sucede porque al llegar agosto nuestra mente hace como una división entre el primer y segundo semestre del año (que en realidad son cuatro meses), entonces cuando iniciamos el “segundo semestre”, mentalmente asumimos que ya alcanzamos una especie de “pico o punto más alto del año”, entonces tendemos a ver los siguientes (cuatro) meses como en un descenso encaminado a diciembre y sus celebraciones.
Además, no olvidemos que el ciclo escolar inicia en septiembre, de modo que en agosto es cuando empieza el maratón de la “gastadera” hasta finales de año.
Lo anterior podría parecer a muchos una mera ocurrencia, sin embargo ¿qué pensarías si te dijera que las emociones asociadas a estos periodos del año han sido detectados por mercadólogos y publicistas para aprovecharlos en aras de oportunidades comerciales? No en vano en agosto o más tardar en septiembre vemos en las tiendas lo siguiente:
- Inician las “pre ventas navideñas”.
- Comienzan las “ofertas” para los Reyes Magos.
- Ventas “anticipadas” para decorar la casa en diciembre.
- Ventas de paquetes vacacionales para “pasar el fin de año” en algún lugar fuera de casa.
- El verano es la época donde mejor le va a los estrenos de cine y ahora a las series de televisión.
- Y un largo etcétera.
La oferta mercantil es todavía más intensa entre noviembre y los primeros días de diciembre, momento en el cual la publicidad comienza a hacernos llamados de urgencia para estar listos ante las “memorables fechas del fin de año”. De agosto a diciembre, de manera sutil y casi imperceptible, la publicidad comienza a hacer intentos por estimularnos a prepararnos ante las esperadas “fiestas de fin de año” y para fortalecer estos argumentos nos mandan mensajes para que:
- Nos anticipemos a las compras.
- Evitar el tráfico de las compras de diciembre.
- Evitar aglomeraciones.
- Evitar perder el tiempo.
- Prever los regalos o “dedicarle” tiempo a elegirlos “con cuidado”.
- Etcétera.
Toda esta estimulación hace que muchas personas terminen comprando mercancías o servicios de cara a ese “momento familiar y de amigos” que significa el fin de año.
De modo que de agosto a diciembre luego de estimularnos, persuadirnos o seducirnos con discursos audiovisuales que tienen como fondo “el placer de regalar, el placer de viajar, o el placer de reunirnos con los nuestros”, muchas personas acaban adquiriendo deudas durante este periodo, de modo que venimos gastando más dinero los últimos cinco meses de cada año, por ello es natural que al llegar enero acabemos usando la tarjeta de crédito para financiarnos, o bien, recurramos a alguna casa de empeño para pedir dinero prestado.
Toda esta estrategia mercadológica elaborada con base en nuestras emociones, hacen que actuemos de una forma financieramente reactiva en lugar de financieramente inteligente. Ojo, no estamos diciendo que esto sea malo o que no debe hacerse, lo que queremos decir es que está mal es endeudarse, sin hacer un presupuesto y sin apegarse a él, porque con un poco de disciplina financiera se puede disfrutar de todo sin endeudase en el intento. En resumen: hay que tener una buena administración sin gastos excesivos.
Por último y para que no dudes en cuanto a los llamados “gastos de estacionalidad”, te dejamos esta sencilla tabla con las celebraciones que tenemos durante todo el año, para que veas que son un “buen motivo” para festejar y consentirnos, ya que como buen pueblo mexicano y “fiestero” csi pro naturaleza somos susceptibles de caer en esta corriente de consumo:
ENERO | Reyes Magos, rosca de reyes. |
FEBRERO | Día del Amor y la Amistad. Antes se celebraba sólo este día, pero ahora los comercios han extendido sus ofertas y promociones llamándolo “el mes del amor y la amistad”. |
MARZO | Con el inicio de la primavera comienza el “cambio de temporada” en las tiendas de ropa por ejemplo. |
ABRIL | Ahor algunos comercios lo llaman “el mes del niño” con la idea de “consentirlo” durante todo ese mes. |
MAYO | El mes en el que se celebra a las mamás. De hecho, el 10 de Mayo es el día de mayor tráfico en las ciudades grandes. |
JUNIO | Se celebra al padre y aunque no es tan frenético como el 10 de mayo, hay una importante compra en bienes duraderos como pantallas, reproductores de música relojes, etc. |
JULIO Y AGOSTO | Comienza el periodo vacacional con todo el nivel de gasto que ello implica en hoteles, restaurantes, transporte, etcétera. |
SEPTIEMBRE | Fiestas patrias e inicio del año escolar. Desde hace años en 15 de septiembre se llevan a cabo las peleas de box más esperadas. |
OCTUBRE | En este mes no hay celebraciones por fechas, pero es cuando se calendarizan los mejores conciertos (o al menos los más esperados) así como algunos eventos deportivos. |
NOVIEMBRE | El Día de Muertos es una celebración donde también se gasta, aunque cada año la mercadotecnia sume al Halloween con todas las mercancías que conlleva esa celebración. |
DICIEMBRE | Pre posadas, posadas, Navidad, fin de año, fiestas del trabajo, intercambios de regalos, vacaciones y un largo etcétera. |