Seguramente alguna vez en la vida escuchaste algo como esto: “estudia m’hija, por si el hombre te sale huevón los mandes a volar”, es una frase chusca más o menos difundida entre la sabiduría popular mexicana que en el fondo sí tiene una gran importancia y lección para las mujeres, una de ellas es que esta afirmación aún asume que el hombre sigue siendo el encargado de generar el ingreso y manutención.

De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) estas son algunas cifras económicas de las mujeres en México (datos de 2022):
- 3 de cada 10 mujeres de 15 años y más no reciben ingreso propio. Somos el octavo país de América Latina con más mujeres sin ingresos propios, apenas después de Bolivia.
- 4 de cada 10 mujeres de 15 años o más están en el mercado laboral (en hombres la diferencia es de siete de cada 10).
- 3 de cada 10 mujeres estudiaron hasta el nivel medio superior.
- Su sueldo mensual promedio es de 6 mil 786 pesos.
- De las mujeres que trabajan en el sector formal, 26% lo hace en el comercio, 16% en manufacturas, 13% en servicios sociales y 11% en restaurantes u hoteles. 55% de las que trabajan lo hace en el sector informal.
- Las mexicanas en promedio dedican 2.2 meses más al año que los hombres a limpiar, cocinar, cuidar niños, etcétera, esto les deja menos tiempo para dedicarse a actividades económicas.
- Los programas de ayuda o apoyo sociales que otorga el gobierno, aunque son un alivio, no significan autonomía económica porque son la dependencia de un tercero que, en algún momento, puede dejar de brindar ese recurso económico.
Sabemos que desde hace mucho tiempo las mujeres siguen enfrentando muchas desventajas laborales, en la casa, en la calle y en muchos lados, las cuales limitan su autonomía económica. Las cifras presentadas anteriormente dejan ver que en México ellas tienen limitantes que les impiden desarrollar mejor su potencial económico.
¿Qué es la independencia financiera?
Ser independiente económicamente significa que una persona (tanto hombre como mujer) ha acumulado los recursos necesarios para tener cubiertas sus necesidades económicas y sus metas de vida, es decir, que una persona que quiere independencia económica debe cumplir al menos con lo siguiente:
- No depender de nadie económicamente para sobrevivir.
- Capacidad suficiente para cubrir todos sus gastos (renta, comida, lavandería, limpieza de la casa, gasolina o transporte, etcétera).
- Tener capacidad para ahorrar.
- Mantener el estilo de vida que se desea.
Gozar de independencia financiera debería de ser una de las principales metas de las mujeres, ¿por qué? porque si no generan ingresos propios y no crean ahorro, se ponen en riesgo cuando lo encuentran en alguien más, lo cual en el fondo les quita la capacidad de tomar decisiones propias.
Debe quedar atrás ese pensamiento de que “es obligación del hombre mantenerlas” ya que depender de otro (pareja, hijos, padres, etcétera), aunque parezca muy cómodo, tiene un precio muy, muy alto y con consecuencias nada agradables como:
- Volverse dependientes de las decisiones de otra persona.
- Las expone a la violencia familiar.
- Les impide construir patrimonio y disponer de él.
¿Cómo se puede lograr la independencia financiera para las mujeres?
Lo primero es entender que las necesidades económicas de las mujeres no son exactamente iguales a las de los hombres, de modo que hay que entender sus particularidades. Estos son algunos ejemplos:
- En promedio la mujer vive cuatro años más que el hombre y si ella es dependiente económica de un hombre ¿qué hará cuando este fallezca? Ellas deben anticipar su retiro o saber de qué vivirán en su tercera edad. En resumen: ellas necesitan más dinero que los hombres.
- Lo anterior también significa otra cosa: que cuando una mujer tiene como pareja a una persona más grande que ella va a necesitar más ingresos. En promedio, las mujeres se relacionan con hombres tres años mayores que ellas, entonces si ellas viven 4 años más que ellos, a ese tiempo hay que agregar estos 3 años de diferencia de edad, de modo que en este ejemplo una mujer necesitará garantizar 7 años de ingresos para mantenerse en comparación con un hombre.
Segundo, tener una fuente de ingresos o trabajo remunerado. Aunque esto parece obvio de mencionar no lo es tanto: de acuerdo con el informe del IMCO y publicado en noviembre de 2023, en nuestro país 7 de cada 10 mujeres hacen trabajo no remunerado, ya sea en labores del hogar y/o como cuidadoras de alguien más (hijos o padres).
Es necesario entender que el trabajo no remunerado tiene su importancia porque permite que las sociedades funcionen, porque cuando alguien está al cuidado del hogar o de algunos miembros de la familia sucede lo siguiente:
- Se contribuye al desarrollo de las infancias.
- Facilita que otros miembros del hogar trabajen o estudien, lo cual los hace participar directamente en el mercado productivo.
De acuerdo con el IMCO, las tareas del hogar y de cuidados en México equivalen a 7.2 billones de pesos, y todo nuestro país genera 29.5 billones, así que se trata de una cifra nada despreciable. En este sentido es importante que las mujeres busquen alternativas que les permitan obtener un trabajo remunerado.
Tercero, después de obtener un trabajo remunerado, es indispensable que las mujeres adquieran habilidades y conocimientos que les ayuden a tomar mejores decisiones financieras, así como saber enfrentar de la mejor manera los problemas económicos que les puedan surgir, y para ello es importante que aprendan conceptos de finanzas personales como:
- Aprender a generar el hábito del ahorro.
- Aprender a invertir.
- Gastar eficientemente.
- Administrar correctamente las deudas.
- Crear un presupuesto.
Ventajas y habilidades económicas de las mujeres
Por lo general, las mujeres tienen estas habilidades mejor desarrolladas que los hombres:
- Se administran mejor.
- Son más cumplidas para pagar sus deudas.
- Son más responsables usando el dinero.
- Son más cuidadosas al utilizar sus recursos.
En México existen empresas que saben que todo lo anterior es verdadero y por ello desarrollan productos financieros sólo para mujeres. Un ejemplo es la empresa Compartamos Banco, la cual ofrece préstamos diseñados únicamente para mujeres porque han comprobado que ellas son más puntuales para pagar en comparación con los hombres.
En general, ellas tienen una serie de herramientas financieras internas muy eficientes que solamente necesitan entender para que luego las puedan mejorar esto les ayudara con el tiempo a cambiarán su realidad económica al tomar mejores decisiones. En contraste, un aspecto negativo de las mujeres en México es su manera de ahorrar, porque en proporción ellas ahorran menos que los hombres. Las mujeres deben entender que el ahorro es algo que les permitirá acceder a otros bienes, aprovechar oportunidades o a enfrentar algún imprevisto.