Mujeres son mejores pagadoras que los hombres

La Banca de Desarrollo en México son Bancos y entidades financieras cuyo trabajo es prestar dinero para financiar proyectos de infraestructura, es decir, para desarrollar obra pública como carreteras, puertos o aeropuertos, proyectos de comercio exterior, vivienda, y pequeñas y medianas empresas. Los bancos o entidades financieras que forman la Banca de Desarrollo son las siguientes y seguro alguna vez los has escuchado mencionar:

1. Nacional Financiera (NAFIN).
2. Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (BANOBRAS).
3. Banco Nacional del Comercio Exterior (BANCOMEXT).
4. Sociedad Hipotecaria Federal (SHF).
5. Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros (BANSEFI).
6. Banco Nacional del Ejército, Fuerza Aérea y Armada (BANJERCITO).

75% de las entidades de la Banca de Desarrollo afirma que las mujeres en México son mejores pagadoras y saldan sus deudas más rápido, esta idea también es respaldada por empresas financieras privadas como Compartamos Banco, la cual únicamente presta dinero a mujeres. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) asegura que por cada 100 mujeres que solicitan un préstamo, 99% lo paga íntegramente; incluso en la 84 Convención Bancaria en México la Secretaría de Hacienda también reconoció que las mujeres son más responsables para pagar sus deudas con los bancos e instituciones de crédito como por ejemplo, las tiendas departamentales.

Pese a que las mujeres tienen un mejor comportamiento crediticio, en México no hay suficientes productos específicamente para ellas, es decir, que les hacen falta productos diferenciados que atiendan sus necesidades particulares y, por el contrario, se ha ampliado la brecha financiera entre hombres y mujeres. Veamos los siguientes datos que así lo confirman:

  • En 2015, 71.7% de los hombres entre 18 y 70 años tenía al menos un producto financiero formal. Para las mujeres fue 65.4%.
  • En 2018, 71.8% de hombres tenían al menos un producto financiero, mientras que para las mujeres el porcentaje bajó a 65.2%.
  • Para 2021, 74.3% de los hombres tenían un producto financiero, mientras que para las mujeres descendió a 61.9%.

Estos números quieren decir que al menos desde 2015 la brecha de género en el sistema financiero se ha hecho más grande y que ellas encuentran mayores problemas para contratar lo siguiente (datos de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2021):

  • Una cuenta de ahorro (42.6% mujeres la tienen, contra 56.4% hombres).
  • Una tarjeta de crédito.
  • Un seguro (16.4% de ellas tienen uno contra 26.1% de ellos).
  • Una Afore.

Esta falta de acceso a herramientas financieras formales ha orillado a las mujeres a buscarlas en el mercado informal. Estas son las diferencias respecto a los hombres de acuerdo con información de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF):

  • En 2015, 39.5% de los hombres entre 18 y 70 años recurrieron al crédito informal, mientras que 36.7% de las mujeres lo hicieron.
  • En 2018, los hombres que utilizaron un crédito informal fueron 39.9%, en las mujeres la proporción fue de 37.5%.
  • Para 2021 tan sólo 29.6% de los hombres utilizaron un crédito informal, mientras que en las mujeres fue de 31.4%.

Lo anterior demuestra que las mujeres mexicanas, a pesar de ser mejores pagadoras y más responsables en el manejo de su crédito, enfrentan mayores obstáculos para acceder al sistema financiero formal en comparación con los hombres. De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo de América Latina y El Caribe (PNUD, 2019), cuando hay falta de acceso en los productos y servicios financieros para mujeres, ello les impide:

  • Su progreso económico.
  • No les permite gestionar el riesgo.
  • Las imposibilita para emprender o invertir en un negocio.
  • Tienen menos opciones para financiar gastos de educación.

Para la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (CEPAL, 2019) esta exclusión de las mujeres del sistema financiero formal mexicano las ha obligado a recurrir a los microcréditos, los cuales tienen las características principales de otorgar montos de crédito pequeños con altas tasas de interés, uno de los problemas que tiene los microcréditos es que otorgan montos insuficientes que no alcanzan para cubrir las necesidades productivas y de inversión de los proyectos de muchas mujeres, incluso sólo se han sobreendeudado por recurrir a este tipo de productos financieros orilladas por la falta de opciones y de oferta en el mercado financiero. Es importante que, a pesar de esta falta de productos financieros para el mercado femenino, las mujeres tengan cuidado al contratar productos de inversión y financiamiento, así como los de ahorro, crédito, transferencias y seguros; también deben tener especial cuidado con los productos de endeudamiento como los microcréditos. Los factores anteriores juegan en su contra y tendrán que hacer loque siempre han hecho: ser muy cuidadosas con el manejo de su dinero, habilidad que las ha convertido en ser mejores pagadoras a pesar de que el sistema financiero mexicano no las ha reconocido en la misma medida.

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